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martes, 1 de marzo de 2011

Santa Prudenciana falsa santa. Pincelada de un viaje.


De las más de 1500 iglesias que hay en Roma, nos gustaría comentaros algo sobre una de ellas y sobre la santa bajo cuya advocación se encuentra.  Se trata de la iglesia de Santa Prudenciana. A escasos metros de Santa María la Mayor, basílica ésta  que se encuentra sobre el monte Esquilino y desde la que se domina casi toda Roma y que alberga en sus estructuras casi todos los estilos arquitectónicos desde el paleocristiano hasta el barroco, se ubican dos pequeños y maravillosos templos: a la derecha Santa Práxedes y a la izquierda Santa Prudenciana, consideradas mártires hermanas.. La primera se edificó en torno al 780 por encargo del papa Adriano I,  con el objeto de guardar los restos de las mártires Santa Práxedes y Santa Pudenciana, siendo uno de los aspectos más relevantes de ella el de poseer una de las mejores colecciones de arte musivario europeo. En ella, descubrimos, en nuestra última visita, las tumbas de ambas santas en una pequeña cripta. Y a la izquierda de la basílica Liberiana, se encuentra la otra pequeña iglesia, la da Santa Prudenciana. Se cuenta, que este santuario se edificó sobre la domus de un senador llamado Pudente, y que años después se construyeron encima unas termas a las que pusieron por nombre Las Termas de Pudente. Y fue en el siglo IV cuando se erigió sobre los baños, de época romana, una iglesia a la que pusieron por nombre Santa Pudentiana asumiendo que se trataba de una mujer y que era santa. Su festividad se celebraba cada 25 de mayo. Lo realmente curioso del caso es que en 1969, la Iglesia Católica la suprimió del santoral al reconocer no tener base histórica alguna para mantener la advocación de la misma. Actualmente esta iglesia es la nacional de los filipinos en Roma y  el papa Nicolás IV, en 1278, fue nombrado cardenal presbítero de la misma.
Merece la pena visitar Roma por muchísimas cosas; y a quien lo haga le proponemos que visite este conjunto histórico-artístico porque no se arrepentirá jamás. 


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