Buscar este blog

domingo, 13 de marzo de 2011

TENGO UNA AMIGA QUE HA SIDO MONJA Y ME HA ENVIADO SU PRIMERA EXPERIENCIA SEXUAL. Todo es real menos el nombre de ella. Creo que tiene necesidad de transmitir estas cosas y nosotros debemos, el que quiera, conocerlas. Gracias C... por confiar en nosotros.


 Yo he sido monja 10 años, y me salí porque me enamoré de un cura y no se podía practicar sexo, porque era PECADO. Ahora que que ya perdí el "sentido de culpa" totalmente, peco todo lo que me da la gana. Lo malo es que tengo 65 años y me encanta seguir "pecando". Debería prepararme para una Santa Muerte, pero no tengo ganas, prefiero seguir PECANDO.
 Te contaré mi primera experiencia sexual después de salir de monja. 
 Con 26 años salgo del convento VIRGEN... más virgen que la Virgen María. Yo no sabía, que era una mujer preciosa. Lo sé ahora, que veo mis fotos del año 72, y que los amigos de mi edad, me lo dicen. Las monjas no nos dejaban mirarnos al espejo, me tenía que poner el velo, mirando mi reflejo en el cristal de la ventana de mi cuarto. Bueno...prosigo.
 Mi madre me dijo que tenía que sacarme el Carnet de conducir, y me fui a una autoescuela de una amiga de mi madre. Enseguida hice amigos. Noté que todos los casados me perseguían, y no me hacía ninguna gracia, pues para mí era PECADO. Un buen amigo mío, homosexual, cuando yo se lo contaba, me decía que yo inducía al MORBO, pues tenía 26 años, era virgen, soltera y ENTERA. Que esto ponía mucho a los hombres.
 Total, que un compañero de la autoescuela, me invita a cenar al Pardo. Me dice que vamos a comer venado y que está muy rico. LLego a mi casa y se lo cuento a mi madre. Ésta me dice  :" Nena...¿es soltero o casado?". Mamá es casado, toca el saxo en la orquesta Nacional, y me parece un buen compañero. Nena, los CASADOS son los peores... intentan meterte mano. ¡Por Dios mamá...siempre pensando lo mismo!... Vamos a comer venado al Pardo. Mi madre dice:" De venado son los cuernos, que éste le quiere poner a su mujer esta noche... ¡no te fíes!".
 Me despedí a las 9 de la noche , y me fui con el compañero a cenar al Pardo. Cenamos muy bien. Pero...pero...cuando cogimos el coche, para volver a Madrid, se metió por el Puente de los Franceses y se coló en la Casa de Campo. Yo me preguntaba, que donde íbamos... de repente...me vi en un bosque oscuro. Paró el coche y tardó en apagar las luces, cosa que me permitió ver todo el PUTERÍO que había al lado de cada coche, (por lo menos 5 coches)..."to er mundo"...moviéndose de una forma rarísima, que yo nunca había visto ni apreciado en mi vida, y empecé a pensar en mi madre:" NENA...TEN CUIDADO...QUE LOS CASADOS SON LOS PEORES"... El compañero apagó luces, y a oscuras que yo no veía nada, me cogió la mano izquierda, y me puso "un trocito de carne caliente en forma de tubo"...en la mano.  Entonces me dije..." ¡Dios del Amor Hermoso!...creo que éste tío, quiere que le toque. Y yo no sé cómo se hacen "LAS COSAS SEXUALES"...¡ Dios mío qué hago ahora! Y pensé:" Bueno alguna vez tenía que ser la primera...". Cogí el tubito, que aunque no lo veía era un MIERDA  de tubito,  ahora me doy cuenta... y me puse a moverlo de...
izquierda  a  derecha...de derecha a izquierda...y así un ratito. Mi compañero, me decía:" más rápido...mujer". Entonces yo lo hacía más rápido, pero igual que al principio...de izquierda a derecha y de derecha a izquierda... De pronto mi amigo se cabreó, me quitó el tubito de la mano con una mala leche impresionante, se lo guardó en el pantalón, y me dijo muy airado:"¿Pero es que no te han enseñado a hacer PAJAS?". Yo le contesté... yo las cosas SEXUALES no las sé hacer. Hace dos meses que salí del convento y ahí no nos enseñaban estas cosas. Encendió el coche muy enfadado, encendió las luces y salimos pitando. Me llevó a mi casa a 200 por hora. Paró en seco, y me dijo con una "mala milk" impresionante:" Fuera, hasta otro día". Yo le dije inocentemente:
"Hijo, siento no saber hacer pajas, pero no me lo han enseñado".
 Cuando llegué a casa, me faltaba la respiración y tenía casi "taquicardia". Mi madre me mira y me dice:" ¿Qué tal el venado?".  Me metí en mi habitación y contesté...:" Riquísimo mamá, lo he pasado muy bien, ese chico es muy amable". ¡Buenas Noches!
   Y así acabó mi primera experiencia de LAS SEXUALES, como yo las llamaba al salir del convento.
Luego, ya en la cama pensaba: "¡Dios Santo si las monjas supieran, donde ha estado Sor Fina esta noche... se morían del susto... AMÉN!

1 comentario:

Anónimo dijo...

ninguna monja hablaría así para narrar que tubo sexo, sean serios al narrar una historia!